En el trabajo había un flaco que no me cabía mucho y me rompía las pelotas. Entonces un día que dejó su computadora prendida con el Facebook abierto agregué a nuestra jefa y vio fotos de él en la oficina suya escabiando y fumando porrito. Demás está decir que lo rajaron, pero antes que nada nuestra jefa le dijo "muy pelotudo de tu parte buscarme sabiendo que tenés fotos tuyas pelotudiando en la oficina".